La Buena Semilla Crece Mateo 13:18
Jesús explica la parábola del sembrador, pero quiero resaltar en el versículo 13:23 donde dice que mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; la buena tierra es tu corazón Jesús es el sembrador y tú eres la semilla que fuiste enviado a través de la palabra, si tu corazón es un corazón que reconoce que no es autosuficiente y necesita de Dios te tengo buenas noticias eres una semilla en buena tierra.
Éstas sembrado en el propósito de crecer, florecer aún en medio de las fuertes vientos, y tempestades la semilla cuando echa una raíz profunda crece porque está en buena tierra y nuestro sembrador que es Cristo y Él volverá cuando sea el tiempo de la ciega a buscar y recoger el fruto.
CUANDO EL HOMBRES ES TIERRA
Esa parábola explica claramente como es el rol del hombre cuando Dios lo compara a la tierra, o cuando toma el rol de tierra.
Mateo 13:1-9 “1Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. 2Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. 3Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. 4Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. 5Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; 6pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. 8Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 9El que tiene oídos para oír, oiga.”
Mateo 13:18-23 “18Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: 19Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. 20Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. 22El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 23Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.”
Explicación: Aquí el sembrador es el predicador, la semilla es la palabra y la tierra, es el hombre, el hombre al igual que la tierra tienen que hacer que la semilla del sembrador prospere, oír, guardar por un tiempo y poner por obra, recibir semilla, guardarla bajo tierra y dar fruto.
LA TIERRA DEBE HACER PRODUCIR LA SEMILLA
El hombre que quiere ser un buen sembrador, primero tiene que saber ser buena tierra.
La tierra es quien recibe la semilla, esta puede ser, sin duda, la palabra de Dios, pero también es una semilla todo lo que el hombre recibe, puede ser un consejo, una herencia, un don, un talento, una habilidad, buenos sentimientos, inteligencia, y toda esa semilla que tu recibes de Dios directa o a través de los hombres, debes hacerla producir al 30, 60 o al 100 por uno.
El problema de porque muchas veces no hacemos producir la palabra que recibimos o las semillas que recibimos de parte de Dios es porque siempre queremos traducir o interpretar la palabra al amparo de las emociones, si me gusta, si me hace sentir bien entonces lo haré, si no, entonces no lo haré. Porque yo soy tan honesto conmigo, que no puedo hacer nada que no me guste, aunque Dios diga que lo debo de hacer. No tiene que gustarme siempre. Eso es desobedecer. Eso implica que está usted desobedeciendo, usando de excusa sus sentimientos y emociones.
Usted se recuerda ese pasaje donde los discípulos están pescando toda la noche y no pescan nada, y luego viene Jesús y les pide que le presten la barca para que lo escuche, ellos venían cansados, desvelados y frustrados porque no habían pescado nada en toda la noche y además Jesús les dijo “no vayan a dormir, quédense a oír este sermón que va a bendecir su vida”. Y al finalizar el sermón, pensando ellos que ya podrían ir a dormir, Jesús le dice a Pedro: Voga mar adentro y echa las redes para pescar. Pedro no quería, Pedro le dice, hemos estado pescando toda la noche y nada, “nosotros somos pescadores, tu eres carpintero, sabes de sermones, pero nosotros sabemos de pesca, Si en la noche no hubo peces en la mañana menos, además, estamos cansados, no tenemos ganas, cuando se nos quite la depresión haremos otro intento? Y al final le dice pero aunque todo esto, en tu palabra echaré la red. Y la pesca fue tremenda.
Ellos sabían pescar, ya les había pasado eso antes, no nada más sabían la teoría de un pescador, sino habían tenido experiencias anteriores que les confirmaban ese conocimiento. Sin embargo no filtraron esa palabra de Jesús por sus conocimientos teóricos, ni siquiera por sus experiencias, ni usaron de pretexto sus emociones, estaban cansados, desvelados y frustrados. En vez de eso, obedecieron a la palabra de Jesús, creyeron en la palabra de Su Maestro. Fueron y Dios recompensó esa fe y obediencia con una pesca, que alcanzó a bendecir a otros pescadores que estaban pescando también, tuvieron que llamarlos para que les ayudaran.
Cuando tú te decides a creer en la palabra y obedecer, que eso es igual a tener fe y sumarle las obras de la fe, demostrando que tienes una fe viva, porque la fe sin obras es muerta, Dios recompensa concediendo tus peticiones.
COMO SEMBRADOR
Usted como sembrador siembra muchos tipos de semillas, la semana pasada compartíamos que sus pensamientos son semillas, sus ideas son semillas, sus palabras son semilla, su fe es una semilla, sus esfuerzos, sus acciones y también su dinero es una semilla.
Para que la semilla de fruto debe caer en buena tierra.
Podemos usar esa misma parábola para explicar cómo al hombre en su rol de sembrador le interesa saber cómo sembrar en buena tierra, y no desperdiciar la semilla.
Un buen sembrador debe saber que sembrar, donde, cuando y como. Hay 4 posibilidades al sembrar. Tres de ellas te hacen errar y no cosechar y una sola de ellas te dará cosecha al 30, 60 y 100 por uno.
Cuando tus pensamientos, tus palabras, tus acciones y tu dinero son sembrados fuera del camino es cuando estas sembrado fuera de Jesús. Alejado de la palabra, haces cosas que a Jesús no le agradan, pero quieres que te bendiga en talo cual negocio. Jesús es el camino, la verdad y la vida. Todo lo que se siembre fuera de Jesús no dará frutos.
Cuando siembras entre pedregales es cuando eres de doble animo, hoy si y mañana ya no. Y también cuando llega la aflicción, la prueba y abandonas tus sueños, tus promesas y dejas de sembrar ahí, dejas de cuidar la tierra, dejas de regarla con el agua de la oración y la ministración del Espíritu.
Cuando siembras entre espinos es cuando tus motivaciones son equivocadas. Siembras por afán, por los placeres que te ofrece el mundo, por el amor a las riquezas. Ninguna de ellas te ha llevado a cosechar como Dios te ha prometido. Esto significa por avaricia, codicia, por envidia, por venganza, etc.
La única forma de que dé frutos es cuando siembras en buena tierra. Que significa buena tierra. Que significa o q representa la tierra para la semilla: es lo que la cubre por todos lados, le da los nutrientes a la semilla q se desnuda, la tierra cubre su desnudez, le permite echar raíces, afianzarse, traducido significa. Tienes que sembrar todos tus esfuerzos en Jesús.
Lucas 8:15 “15Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.”
Esto significa que los motivos de tu corazón son correctos, lo haces conforme a la palabra y con perseverancia.
Creditos: Adriana Gil